Podemos vender muchos libros en la calle, pero tenemos que hacerlo con sensibilidad y cuidado. Cuando logramos buenos resultados y dejamos una buena impresión, Sri Chaitanya se complace mucho.
La distribución de libros pasó por una fase en la que, en nombre de la cantidad, se descuidó la calidad, tal como reflejaba el antiguo eslogan de ISKCON: «¡De una manera u otra, vende los libros!» Al sacrificar la calidad, no fue posible mantener la honestidad, la pureza y la cantidad de libros distribuidos.
En el pasado, muchos devotos vendieron una gran cantidad de libros «a toda costa», y lo justificaron afirmando que «el fin justifica los medios». Pero podemos aprender una importante lección y evitar repetir los errores del pasado.
¿Qué hacer cuando la otra persona duda si llevarse los libros? ¿Y si da una donación muy generosa pero quiere pocos libros? ¿Y si se los lleva sin pagar?
Cuando distribuimos libros a parejas o familias, es importante involucrar a todos los miembros y disipar cualquier negatividad que surja.
¿Qué podemos hacer cuando nos dicen, «Ya tengo los libros», «No me interesan» o «No me gusta leer»? Rohinisuta Dasa nos da algunas ideas en este post.
Todas las preguntas y «mantras» tienen un propósito: dar el libro, mantener su atención y convencerlos para que decidan llevárselo. El distribuidor de libros tiene que llevar a las personas hasta esa meta.
Tenemos suficientes libros y hemos publicado nuevos. Si los leemos con atención y reproducimos los significados en nuestro propio idioma, estaremos predicando a la perfección.
Dar muchos libros de una vez no significa ofrecerle un libro a alguien y, después de que haya pagado, ofrecerle otro y dejar que pague de nuevo, etcétera. Aprende cómo hacerlo con los consejos de sankirtaneros experientes.
Los libros que distribuimos tienen un precio y debemos ser muy claros cuando se los ofrecemos a las personas.