Continuación de «Los seis síntomas de la entrega»

(3) Creer firmemente que el Señor protege a Sus devotos
Desapegado; sin miedo

Los demonios molestan a los devotos pacíficos, pero ellos siempre son victoriosos por la gracia de Krishna. En el Bhagavad-gita, Krishna le ordenó a Arjuna declarar a todo el mundo que Sus devotos nunca perecen. Y en el último verso del Gita, Sanjaya dice que donde estén Krishna y Arjuna, también habrá opulencia, victoria, poder extraordinario y moralidad. Pero debido a que estamos ocupados en la guerra contra las fuerzas de maya, habrá víctimas. Incluso Abhimanyu, el hijo de Arjuna, un muchacho de dieciséis años, fue asesinado en la campo de batalla de Kurukshetra. Debemos prepararnos para proteger a las Deidades y siempre esperar la misericordia de Krishna, porque siempre dependemos de Él y no podemos hacer nada por nosotros mismos sin Él. (Carta para Makhanlal, 22 de junio de 1973).

Sachinandana Swami: El nombre de Srila Prabhupada es Abhaya Charanaravinda, quien no tiene miedo y se ha refugiado en los pies de loto del Señor. Si nos refugiamos en Srila Prabhupada, también perderemos el miedo.

Guru-carana Dasa: En la lista de cualidades divinas en el Bhagavad-gita, la primera cualidad es abhaya, sin miedo. Esto se aplica directamente al distribuidor de libros. Frecuentemente, el devoto de sankirtana se siente protegido y se da cuenta de que «¡ese ha sido Krishna!». Por experiencia práctica de Su protección, el devoto se convence de que Krishna existe y es la suprema, omnipresente y omnisciente Personalidad de Dios. Krishna es el protector de Sus devotos, entonces debemos ser devotos dedicados a Él. Cuando nos entregamos a Él y acordamos ejecutar Su misión, podemos ver en la práctica la protección de la energía divina de Krishna, y eso nos hace sentir valientes. A menos que dependamos fielmente de Krishna, que es la base de la valentía, no podemos ser exitosos en la distribución de libros.

Bhaktavatsala Dasa: La lujuria, la ira y la codicia son tres puertas al infierno, y sirven para distraer nuestra mente de Krishna y del servicio devocional. Agregar lujuria, ira o codicia al servicio devocional lo convierte en un servicio frustrado, tal como la miel tocada por los labios de una serpiente venenosa. Debemos ser desapegados, realmente mirar a la persona, aceptar lo que pueda darle a Krishna –lakshmi, solo una sonrisa o un suspiro— y ofrecérselo a Él.

Kalpavasini Devi Dasi (Alemania): La vida material siempre está llena de problemas. Hay peligro a cada paso. Siempre necesitamos la protección especial de Krishna. Por lo tanto, es bueno realizar sankirtana. Cada día se obtiene la oportunidad de comprender estos puntos porque estamos cara a cara con la naturaleza material. Ves a la gente sufrir. Ves a la gente luchar y trabajar duro por un poco de dinero y gratificación sensorial. Si ves esto, aceptas la austeridad de hacer sankirtana, te entregas a Krishna y dependes de Su protección y misericordia. Entonces, no hay riesgo ni austeridad especial. Si mantienes estas cuestiones en tu corazón, sabrás que estos libros son la solución para sus problemas. Luego, Krishna te quitará todo el temor y no verás más peligro a cada paso; solo Su misericordia.

(4) Aceptar al Señor como el mantenedor y maestro
Misericordioso; compasivo

Srimad-Bhagavatam 4.12.36: Los planetas Vaikuntha tienen luz propia y a ellos no pueden llegar los que no son misericordiosos con las demás entidades vivientes. Solo las personas que trabajan sin interrupción por el bienestar de las demás entidades vivientes pueden llegar a ellos.

Manidhara Dasa: El devoto puro, el maestro espiritual, está lleno de compasión por todas las almas caídas. Recuerdo un día de sankirtana en que estaba escuchando una cinta de Srila Prabhupada por la mañana sobre la aparición del Señor Nrisimhadeva. Cuando el Señor puso Sus pies sobre la cabeza de Prahlada, le dijo: «Mi querido Prahlada, no te preocupes. El demonio está exterminado. Estoy aquí ahora. Todo está bien. Estás protegido». Mientras escuchaba a Srila Prabhupada decir eso, estaba desayunando prasadam y mirando a los karmis de afuera. De repente, sentí el tipo de protección que este movimiento le ofrece a las almas caídas. Prabhupada con su apacible y profunda voz, decía: «Mi querido hijo, no te preocupes. Todo está bien. Los demonios están exterminados». Me afectó tanto que comencé a llorar como un niño y salí a sankirtana completamente determinado a entregar sus libros, sin importar lo que pasara. Simplemente, recordaba a Srila Prabhupada decir: «Mi querido hijo, todo está bien. Estoy aquí. No hay más demonio». Es una cuestión de confianza y fe en la orden del maestro espiritual.

Jiva Dasa: No podemos entrar en una situación y distribuir libros mecánicamente. Tenemos que ser sensibles. Estas son almas condicionadas que sufren en el mundo material. Si las observas, verás que el 99% de ellas están completamente frustradas. Solo podemos ayudarlas si les ofrecemos un libro. Tan pronto como nos acercamos podemos ver su corazón, sus manos. Podemos ver el tipo de persona que son, el tamaño de sus manos, o si les falta un dedo. Vemos su cara, muy vieja, aunque tenga solo treinta. Vemos como sufre la gente. Vemos sus problemas escritos es sus caras. Debemos preguntarles lo que hacen y cuáles son sus problemas. Para la gente no es fácil existir en el mundo material. Tenemos que presentarles una alternativa: los libros de Srila Prabhupada. Es natural que la gente acepte los libros. Si les das algo mejor que lo que ya tienen, algo que no cause más enredo o sufrimiento, lo aceptarán. Debemos cultivar el deseo de simplemente ayudar a otros, ofreciéndoles algo bueno. Entonces, nunca nos detendremos. Nunca pensaremos en detenernos.

 

 

 


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