Yo sigo a mi guru maharaja ciegamente. No sé cuál será el resultado. Por eso pongo énfasis en este punto de la distribución de libros. Él me lo dijo personalmente (Carta para Sri Govinda, 6 de diciembre de 1974).
Harikesha Swami: Un fanático de sankirtana es aquel que dedica toda su vida a la misión de sankirtana. Está totalmente inmerso y no desea realizar ninguna otra actividad. Rechaza el solo pensamiento de cambiar de servicio y considera el sankirtana como la vida y el alma de Srila Prabhupada, de ISKCON y de la sucesión discipular entera. Es una persona que ha renunciado a la idea de disfrutar del mundo material y acepta solamente la felicidad que se obtiene con el sankirtana. La manera elitista de pensar de los sankirtaneros se puede ver de dos formas. Desde el punto de vista de los devotos que residen en el templo, los sankirtaneros son un grupo selecto que van al frente de la batalla contra maya. Estos aceptan los mayores riesgos para predicar el mensaje del Señor Chaitanya Mahaprabhu en las calles y, por eso, los devotos que son honestos los glorifican. Los otros devotos deberían sentirse felices al ver a los fanáticos de sankirtana y considerar su entusiasmo y determinación como un alivio glorioso de la perturbada conciencia del mundo material. Deberían orar para obtener la misericordia de estos sankirtaneros. Pero si los distribuidores de libros están realizando su servicio sin desear prestigio y fama, naturalmente deben sentirse humildes y no esperar un trato especial. Ellos respetan a todos los devotos y entidades vivientes, pero lo único que quieren para sí mismos es realizar sankirtana. Tal vez se sientan un poco especiales, pero tienen que tener un poco de orgullo por el servicio que realizan, pues eso les ayuda a mantenerse durante un largo período de tiempo. Pero el falso orgullo ciertamente es algo malo, porque perturba la vida espiritual y conlleva a una mentalidad ofensiva hacia los devotos que no logran grandes resultados en su servicio. Y Krishna personalmente elimina el orgullo de Sus devotos cuando les impide avanzar espiritualmente.
Vijaya Dasa: Ser un fanático de sankirtana significa pensar que, por el resto de mi vida, quiero que la distribución de libros sea mi servicio. Y los otros devotos deberían apreciar que haya personas que piensen de esa forma, porque, sin duda alguna, esa determinación por distribuir libros es lo que más complace a Srila Prabhupada.
Pururava Dasa (Finlandia): Es bueno que un distribuidor de libros sepa hacer otras cosas. Esto no significa que un distribuidor a tiempo completo tenga que convertirse en experto en realizar fuegos de sacrificio, pero saber dar clases, cantar bhajans y adorar a las Deidades le ayudará a cultivar una determinación madura en la distribución de libros. Si alguien es un fanático de sankirtana y nunca quiere realizar otras actividades, también podría significar que es perezoso y está usando el sankirtana como una excusa. O, a veces, puede pensar que los demás servicios son maya. Esto es fanatismo falso.
Jaya Gurudeva Dasa (Praga): Fanático. Aunque la palabra puede referirse a un entusiasta, desde el punto de vista objetivo de una persona de fuera, fanático realmente significa algo negativo: alguien que posee un afán irracional excesivo. De hecho, Srila Prabhupada siempre usa esa palabra en un contexto negativo*. Si hubo alguna vez la necesidad de usar ese término, creo que surgió de la necesidad de proteger la identidad de un distribuidor de libros en ISKCON en un ambiente en el que la distribución de libros estaba decayendo. Pero si la distribución de libros se convierte en la norma, ¿qué sentido tiene el fanatismo por el sankirtana en un sentido elitista? Si estos fanáticos proyectan una impresión negativa de la distribución de libros a otras personas o el público en general, es mejor continuar distribuyendo libros de una forma más discreta. A largo plazo, estos fanáticos suelen ir de un extremo a otro y paran de distribuir libros, o dejan de ser devotos por completo.
Los devotos jóvenes que distribuyen libros deberían ser protegidos del orgullo falso que puede inducirles a pensar que son importantes: «Sí, merezco todo el honor y la distinción que los demás devotos me están dando. ¿Y quiénes son esos devotos antiguos que no están yendo a distribuir libros como yo?». Este es otro peligro. Pero, si hay una comprensión correcta, es una cualidad atractiva. Nos gustan los fanáticos, aquellos que salen cada día llenos de determinación, que intentan ganar la batalla contra maya y que solo piensan en la instrucción del maestro espiritual. Tal vez los llamemos fanáticos, o ekeha, fieles, avanzados. El objetivo es ser así. Para conseguirlo, el distribuidor de libros siempre tiene que cultivar conocimiento trascendental y compartirlo con los demás. De este modo, se considerará un humilde instrumento de la misión cooperativa y evitará obstaculizar la misión de sankirtana, que incluye canto congregacional y todos los tipos de prédica.
*«La ciencia de aprender un asunto de manera seria es diferente de los sentimientos de los fanáticos» (Significado, Srimad-Bhagavatam, 2.7.53).
«Su posición es de primera clase, pero tienen que preservarla. De lo contrario, les llamarán “fanáticos religiosos”» (Caminata matutina, 3 de octubre de 1975).
«El mundo entero está repleto de clases de hombres fanáticos y ateos, así que, a veces, tenemos que enfrentar dificultades» (Carta para Govinda, 7 de julio de 1969).
«Hay algunos fanáticos religiosos, pero ellos no comprenden lo que es la religión» (Clase, 8 de mayo de 1968).
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