La base de la distribución de libros es escuchar y cantar, y no existe ningún substituto para ello. Puede que las personas vengan durante un tiempo, se sientan interesadas y hagan servicio, pero cuando escuchan y cantan en grupos de devotos donde se discute la filosofía, entonces comienzan a comprender cuál es su verdadera capacidad de servir y a hacerlo de manera espontánea y voluntaria.
Prabhupada nos dijo que, para poder inspirar a los devotos a realizar servicio, teníamos que crear una atmósfera en la que sintieran que el servicio es individual, voluntario y espontáneo. También dijo que teníamos que crear nuevos desafíos todo el tiempo. Cantar y escuchar es esencial para poder comprender cuál es la capacidad individual para realizar servicio y hacerlo de manera espontánea y voluntaria. Los devotos deben reunirse para escuchar acerca del Bhagavad-gita, el Srimad-Bhagavatam, y así surgirá la inspiración natural para difundir la conciencia de Krishna, porque estará basada en una fe pura.
A menos que una persona tenga fe pura, no verá razón para distribuir el Bhagavad-gita o el Srimad-Bhagavatam. Cuando una persona escucha y canta y realmente aprende algo de esa vibración sonora, y se reúne con otros devotos para expresar sus dudas y escucha de los demás las soluciones, entonces se vuelve fuerte. Y cuando se encuentra con otras personas, puede infundirles fe, entendiendo que el instrumento para transmitir esa fe es el Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam.
Ese es el punto de partida. Todo aquel que quiere alcanzar el éxito en la vida tiene que tomarle gusto a escuchar y cantar sobre temas espirituales. Escuchar el Bhagavad-gita no es diferente que escuchar a Krishna directamente en el campo de batalla de Kurukshetra, por lo tanto, tenemos que hacerlo cada día. Sin ello, maya nos destruirá fácilmente.
El servicio de sankirtana es el más beneficioso, porque todos pueden contribuir de alguna manera para conseguir misericordia. Esta es la esencia de la religión, ser bondadosos con todas las entidades vivas. Este es el programa del Señor Chaitanya: escuchar y cantar juntos, salir a difundir las glorias del Santo Nombre, ir de puerta en puerta y conocer personas, y darles la oportunidad de saborear una fe pura y regresar al hogar, regresar al Supremo.
Una vida sin sankirtana, sin propagar las glorias del Señor, es una vida aburrida. Cuando hay sankirtana, hay vida. Todos deberían ocuparse en ello. Es el yuga-dharma (el proceso espiritual recomendado para la autorrealización). Es el yajña (sacrificio espiritual para el placer de Dios). Cuando lo llevamos a cabo, aunque sea en una cantidad pequeña, nuestra vida se vuelve auspiciosa y somos bendecidos a cada momento por la Diosa de la fortuna. No necesitamos preocuparnos por nada, porque el propio Señor cuida de todo.
Vaisesika Dasa
(Extracto de una entrevista – www.distributebooks.com)
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