El año pasado, cuando estaba en Liubliana, Eslovenia, me invitaron a visitar Belgrado, en Serbia. En los años 90 los devotos tuvieron ahí un gran templo, donde vivían 80 devotos. Había 35 distribuidores de libros a tiempo completo. Ahora, desafortunadamente, no tienen templo. Pero hay un distribuidor de libros llevando la batuta: Dharma Dasa (un nombre apropiado).
Antes de unirse a ISKCON era un ateo acérrimo. Pero un día su madre llegó a casa con La Ciencia de la Autorrealización. De vez en cuando ella iba a las fiestas de domingo, y le pedía que la acompañara.
―Otro día ―contestaba él.
Entonces, un día empezó a leer el libro, y Prabhupada refutó claramente todos sus argumentos. La próxima vez que su madre fue al festival de domingo, él fue y quedó impresionado. Después de estar en la compañía de los devotos por un tiempo, se mudó al templo. Ahora es el único distribuidor de libros en Serbia. Fui allá para alentarlo, pero él me alentó a mí. Imaginen salir a distribuir libros mes tras mes tras mes, año tras año, y ser el único que lo hace. Además de eso, su salud no está del todo bien. Él es otro héroe invisible del movimiento de sankirtana del Señor Chaitanya.
En la foto pueden vernos a los dos distribuyendo libros.
Su servidor,
Vijaya Dasa
Ministro de Sankirtana en ISKCON
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