Una vez, los devotos de Carolina del Norte nos invitaron para entrenar a la congregación a distribuir libros. La comunidad se mostró muy entusiasta y, a pesar del calor que hacía (más de 40 grados), decidimos ir de casa en casa ofreciendo libros. Nos organizamos en grupos de 6-7 personas, y cada grupo me acompañaba a una casa diferente para ver cómo se hacía. 

En una de las casas que visitamos tardaron bastante tiempo en abrir la puerta. Pero cuando lo hicieron, entendimos la razón: adentro vivía una persona con discapacidad grave. Casi no podía hablar y tenía distrofia muscular, y estaba acompañado de una cuidadora. Les enseñé los libros, pero la cuidadora no estaba interesada y quiso cerrar la puerta casi inmediatamente. 

Sin embargo, el caballero discapacitado mostró un gran entusiasmo y tomó un libro. La cuidadora intentó sacárselo de las manos y devolvérmelo, pero él no quería soltar el libro. Le expliqué que no vendíamos los libros y que podía dar una donación, y que esta práctica ancestral (dakshina) le ayudaría a conectarse con la sucesión de maestros. Él entendió la importancia de este principio y le pidió a su cuidadora que realizara una donación. Después de entregarnos el dinero, ella nos pidió que nos fuéramos. Pero antes, dije:

–Quiero enseñarte una última cosa.

Ella se negó y nos pidió nuevamente que nos fuéramos, pero él no dejó que cerrara la puerta.  

–Solo quiero enseñarte una oración para reavivar nuestro amor por Dios en el corazón. ¿Te gustaría intentarlo?

Él asintió con alegría. Pronuncié el maha-mantra, de dos en dos palabras para que él pudiera repetirlas. Él tenía una gran dificultad para hablar, pero lo intentó con todas sus fuerzas. Cuando cerró la puerta, me di la vuelta y vi al resto de devotos llorando. 

–¿Qué pasa? –les pregunté.

–Ojalá tuviéramos ese entusiasmo por cantar los santos nombres –me respondieron –. Ahora entendemos cómo damos por sentado poder pronunciarlos. 

Cuando vamos a distribuir libros es como si obtuviéramos oxígeno para nuestra vida espiritual. ¡Por eso es tan importante salir a sankirtana!

Su servidor,

Vaisesika Dasa
Director de Marketing – BBT Internacional

Categorías: Historias

2 comentarios

Alejandro Ávila Alfaro · abril 3, 2020 a las 8:23 pm

En mi tranquilidad interior

Alejandro Ávila Alfaro · abril 3, 2020 a las 8:25 pm

En ser una persona mas humilde .

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