Era un día muy lluvioso, y me tropecé y me caí en un charco de agua de camino al centro comercial. Para colmo, una señora nos estaba esperando adentro para devolver una colección del Srimad-Bhagavatam en inglés que se había llevado la semana pasada, a cambio de un Gita y un Libro de Krishna que no se había llevado la última vez. Nos dio muchas razones por las que no podía quedarse la colección, e insistió en que se la ofreciéramos a otra persona. Me sentí desanimado y avergonzado. Así pues, comenzamos a orar por misericordia.

Entonces aparecieron dos señoras encantadoras que iban a por unos productos ayurvédicos y participaban de la adoración al Señor Shiva en el templo de la ciudad. Les llamé desde mi mesa de libros, sin saber lo espirituales que eran, hasta que una de ellas nos explicó algunas cosas. Anteriormente habían recibido una de nuestras invitaciones y habían visitado varios templos donde compraron los collares de tulasi que usaban. La señora de la derecha me preguntó si tenía algún libro sobre la diosa Lalita. Me sorprendió que supiera acerca de Ella, e incluso cantaba el lalita sahasranam. Le respondí que la mayoría de nuestros libros trataban acerca de Krishna, la fuente de la diosa, la Personalidad Suprema. Mi esposa me recordó que les mostrara el Srimad-Bhagavatam, así que me levanté rápidamente y les mostré la colección. Les expliqué que esta edición del Bhagavatam es una enciclopedia espiritual y la única traducción autorizada y fácil de entender, y que en ella encontrarían cualquier información espiritual que les interesara. Se llevaron la colección y todos los libros que tenían en las manos. Les interesaban todas las portadas coloridas de los libros. Vieron una deidad de Gopal bebé y preguntaron cómo instalar un altar en su casa y aprender a cocinar comida vegetariana. Nos dijeron que vendrían a visitarnos pronto. Antes de irse, comieron varias porciones de halava y dieron una generosa donación. 

Su servidor,

Shastrakrit Dasa
Estados Unidos

Categorías: Historias

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