Mientras viajaba por Florida con los maha-ratis Madhukari Prabhu y
Vishnujana Prabhu, este invierno, conocí a un estudiante de la Universidad de Florida que compró emocionado una colección de libros. He estado relacionándome con él por correo electrónico y teléfono, alentándole y procurando que visitara el templo local de Orlando. Este es el correo más reciente que me ha mandado:
“Ayer (¡por fin!), me decidí a visitar el templo de Krishna en Orlando para ver algo de bhakti-yoga. Desdichadamente me costó mucho encontrar el templo pues sois tan modestos que, ¡ni tan siquiera habéis colocado un letrero en el exterior que explique lo que hay! Ja ja… Llegué cuando hacía unos quince segundos que habíais empezado a cantar y me sentí algo confuso, sin saber qué hacer, pero al rato me uní al canto y pronto sentí el amor y la energía que lo llenaba todo. Tras la deliciosa comida estuve hablando un buen rato con uno de los participantes y ya tengo ganas de volver lo más a menudo que pueda. También he preparado un altar en mi casa para ofrecer prasadam y tener un lugar donde orar. ¡Todo me parece estupendo!
Tu sirviente,
John Gramke”
Me siento privilegiado al contemplar como alguien adopta el proceso de volver a amar a Krishna: ofrecer los alimentos, orar, adorar en el altar, reuniéndose con otros, kirtan…
Ojalá seamos capaces de no subestimar el poder de estar en contacto a través del correo electrónico. (Ese fue también el modo en que Madhukari Prabhu me puso en contacto con los devotos de Srila Prabhupada).
Vuestro sirviente,
Bhakta Tim
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