Alexy y yo nos encontrábamos en la Universidad Ryerson. Hacía mucho viento y los copos de nieve se metían en nuestros ojos. Realmente estaba difícil parar a alguien. Pero una señora paró, y nos dijo que nos había conocido unos años atrás y que tenía algunos de nuestros libros.
Sorprendida, le pregunté cómo los había conseguido.
Nos contó que 20 años atrás, ella había sido una niña sin hogar y hambrienta, y ahora era una profesora en la Universidad Ryerson. Jamas olvidaría cómo, cuando estaba pasando necesidad, un devoto le regaló gentilmente un libro de Cante y sea feliz, y que ella lo guardó y leyó en todas las luchas de su vida. Visitó ISKCON Toronto y la alimentaron suntuosamente, y que jamás podría olvidarlo.
Sintiendo una mezcla de emoción y gratitud, le contamos que Steve Jobs (co-fundador de Mac), cuando era estudiante también había pasado hambre y nosotros lo habíamos alimentado. Le mostramos el libro de Krishna, y ella apreció profundamente las fotos, diciendo que se lo iba a llevar. Le pedí una donación a cambio, y ella fue al cajero electrónico y nos dio una donación muy generosa por el libro.
Este hecho me recordó intensamente que el sankirtana está en una plataforma absolulta: todo lo que se hace afecta a alguien en un nivel muy profundo.
Su servidora,
Mangal-arti Devi Dasi
Toronto (Canada)
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