Mientras hacía sankirtana, un señor se acercó y me preguntó qué estaba haciendo. Al darme cuenta de que estaba ebrio, decidí no darle importancia para no distraerme y continué distribuyendo libros. Al sentirse ignorado, el señor volvió a repetirme la pregunta, esta vez con más énfasis para ser atendido. Le dije la verdad: «Estoy intentando distribuir libros». Su respuesta fue muy inusual e inspiradora: «Te voy a comprar un libro». En ese momento sentí que él me estaba motivando al querer comprarme un libro, como si quisiera ayudarme en la misión de prédica. «Que tu deseo se cumpla», le dije, con intención de animarle.

Él tenía la buena intención de comprarme un libro, pero cuando abrió su billetera no tenía nada de dinero. Kali se está apoderando prácticamente de todos los tipos de embriaguez, una de las cinco moradas que Maharaja Parikshit le autorizó a vivir. Así que Kali es muy popular, y aquí, en Chile, tiene muchos seguidores, así que habrá que incrementar el sankirtana para contrarrestarlo.

Srila Prabhupada en un significado dice: «El argumento de que en la era de Kali esos signos están predestinados, no es válido. Si así fuera, entonces ¿por qué se hicieron preparativos para pelear contra ellos? Esos argumentos los presentan hombres holgazanes y desafortunados. En la estación lluviosa, la lluvia está predestinada y, no obstante, la gente toma precauciones para protegerse. De igual manera, en la era de Kali es seguro que los signos anteriormente mencionados se infiltrarán en la vida social, pero el Estado tiene el deber de salvar a los ciudadanos de la influencia de los agentes de la era» (SB 1.16.10)

En esa condición lamentable, se disculpó diciéndome: «No te vayas, ahora mismo vuelvo. Voy a buscar dinero. Espérame». En ese momento no me tomé en serio sus palabras, así que continué distribuyendo libros, olvidándome del incidente. Pero para mi sorpresa, el señor regresó a los 35 minutos y con el dinero. Me pidió que le recomendara el mejor libro, así que le entregué el Bhagavad-gita, explicándole que quien lee este libro puede liberarse de todos los sufrimientos y ansiedades de la vida. Él me pagó agradecido, y entonces me abrazó y me besó en la mejilla, diciéndome: «Aprecio lo que estás haciendo. Te voy a bendecir. Te bendigo para que siempre vendas estos libros».

Acepté sus bendiciones como misericordia de Krishna y nos despedimos como si fuéramos viejos amigos. Mientas se alejaba, le deseé lo mejor para que Srila Prabhupada y Sri Chaitanya Mahaprabhu le otorguen sus bendiciones. Inmediatamente después entendí que Krishna quería distribuir un Bhagavad-gita a la persona que más lo necesitaba, pero cuando Él la envió hacia mí, yo no la reconocí y la ignoré. La enseñanza de esta historia es que cada persona que transita por el lugar donde estamos realizando sankirtana, es alguien que Krishna ha enviado para que se beneficie. Quienquiera que sea esa persona, no debemos ser un obstáculo en el plan del Señor, si no que más bien debemos ayudarle para que muestren algún tipo de aprecio. Si la persona se muestra favorable, debemos orar a Krishna para que le otorgue Sus bendiciones y así pueda iniciar su servicio devocional en conciencia de Krishna.
Para Krishna nada es imposible, todo es posible. Él puede manifestar a plenitud Su poder místico, utilizando como instrumento a cualquier entidad viviente para beneficio de los demás. De otra manera, ¿como se puede explicar que un borracho sienta interés por algo tan trascendental como los libros de Srila Prabhupada y luego te bendiga? Eso es obra de Krishna.

Mahajana Dasa
Santiago (Chile)

 

Categorías: Historias

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