Srila Prabhupada fue a los Estados Unidos en el año 1965, y desde el principio comenzó a vender sus libros, cuando llegó a Nueva York. Unos años más tarde, cuando los devotos empezaron a investigar sobre la vida de Prabhupada, fueron a algunas librerías donde él había vendido sus libros, y los dueños de las tiendas les dijeron: «¡Ah, sí! Un señor hindú muy amable venía por aquí. Siempre nos traía samosas». Él les daba samosas cuando iba a venderles sus libros.
En el significado del Chaitanya-charitamrita, Madhya-lila 19.132, él dijo: «Ciertamente, no es bueno escribir obras literarias en busca de dinero o fama, pero escribir libros y publicarlos para iluminar a la gente común es auténtico servicio al Señor. Ésa era la opinión de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati, quien indicó especialmente a sus discípulos que escribiesen libros».
Prabhupada dijo desde el comienzo que la base de su movimiento era la distribución de libros —la publicación y la distribución de sus libros— y lo demostró con su propio ejemplo.
En el mismo significado, Prabhupada explica con más detalle: «La tarea de los devotos avanzados y dotados de poder es escribir libros, publicarlos y distribuirlos por todas partes».
Prabhupada escribió libros, el BBT los publicó y ahora nos toca distribuirlos. Esa es la tarea de los «devotos avanzados y dotados de poder». Nosotros ya estamos conectados con Srila Prabhupada y todos nos beneficiamos cuando distribuimos sus libros. Y si perseveramos con sinceridad e inteligencia, también nos volveremos devotos avanzados y dotados de poder.
A veces, puede surgir un yatra entero a partir de un solo libro. Cierta vez, un turista de Venezuela visitó Israel, conoció a los devotos y se llevó algunos libros. Cuando regresó a Venezuela compartió los libros con sus amigos. Ellos empezaron a leerlos y se convencieron de la filosofía, comenzaron a cantar y predicar la conciencia de Krishna sin haber conocido a ningún devoto. Finalmente, construyeron una comunidad de devotos e invitaron a Srila Prabhupada, y él fue — y todo comenzó con un libro.
Srila Prabhupada dijo: «Es como un tren». En el tren, un vagón tira del otro, y otro tira del otro, etcétera. Él dijo: «Mi guru maharaja está tirando de mi, y yo estoy tirando de todos ustedes».
Su servidor,
Giriraj Swami
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