Cierta ocasión, uno de nuestros distribuidores de libros en Holanda estaba distribuyendo libros en las oficinas de una empresa. A las autoridades no les gustó esto y llamaron a la policía, así que el devoto salió corriendo con sus libros. La policía comenzó a perseguirlo y él dobló la esquina de la calle, ¡pero se metió en una que no tenía salida! ¡No sabía qué hacer! Entonces vio un pequeño callejón y corrió hacia allí. Era un callejón simple, sin ventanas, sólo muros; sin embargo, en uno de los muros había una puerta. Intentó abrirla y no estaba cerrada, así que decidió entrar.
Comenzó a caminar por un pasillo y entonces vio una luz. Siguió caminando en dirección a ella y de repente… ¡llegó a un escenario! El público lo recibió con un fuerte aplauso. El presentador dijo: “¡Ajá! Aquí está el hombre con los premios. Bienvenido, te estábamos esperando”. En seguida agarró la caja de libros de las manos del devoto y comenzó a entregar los libros a las personas de la sala. Después, el presentador le preguntó: “Muy bien, ¿cuánto te debo?”. El devoto le cobró una buena cantidad y el hombre pagó.
¡El evento era una Conferencia de carniceros! Tal es la magnificencia del movimiento del Señor Caitanya. Cuando el Señor Caitanya toma el control, puede ocurrir cualquier cosa. Cuando los devotos salen y distribuyen libros, los libros encuentran a sus dueños por sí mismos. Si te entregas en este humor, pueden ocurrir cosas increíbles: “deja que los libros encuentren a las personas”. Nunca se sabe qué tipo de personas encontrarán los libros.
Kadamba Kanana Swami
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