AAD1

Advaita Acharya Dasa es de Split, Croacia, y se graduó como profesor de arte e historia del arte. Se unió al movimiento a comienzo de los años 1990, y realizó varios servicios, como distribuidor de libros, pujari, profesor y vaquero en diferentes templos y comunidades, como Gita Nagari (EE.UU.) y Mayapur (India). Actualmente lidera el proyecto ASHRAM5 en San Antonio, Texas (EE.UU.).

Carta de Sankirtana: ¿Qué es sankirtana? ¿Cómo se relaciona con la distribución de libros?

Advaita Acharya Dasa: Sankirtana es la misión de Chaitanya Mahaprabhu, y Él es la alegría de vivir. La esencia es hacer que las personas sean felices de nuevo, hacer que se conecten con la felicidad suprema. El sankirtana destruye la ansiedad de todos con su variedad de servicios y formas extraordinarias de ocupar a quienes voluntariamente se dedican a él. El sankirtana suele salirse de control, pero siempre está bajo la supervisión exacta de Chaitanya Mahaprabhu. Él nos liderará a las conclusiones más inspiradoras en nuestro servicio de glorificar a los demás, mientras nos purificamos de nuestra tendencia de controlar y disfrutar de nuestro propio vertedero de fariseísmo, maldad (envidia) y falta de cualidades brahmínicas. Sankirtana te transformará: de kripana a brahmana, de envidioso a amoroso.

La distribución de libros es la forma más directa y, por lo tanto, más eficaz, de establecer esta conexión y provocar la transformación personal. Queremos elevarnos de la mentalidad mezquina y generar una transformación de gran magnitud mediante una plataforma tangible y sólida: ¡Libros de calidad! Las personas son de gran ayuda en este sentido.

Nuestra verdadera naturaleza es divina y trascendental, y nuestro karma temporal debe impulsarnos en esa dirección, no confundirnos. Cuando entendemos esto, tenemos un espíritu de sankirtana, y la distribución de libros es la mejor manera de hacer algo al respecto.

Carta de Sankirtana: ¿Cuál es la importancia de la distribución de libros en nuestro movimiento?

Advaita Acharya Dasa: Otorga beneficios instantáneos y absolutos a todos los implicados.

Y estar en la oscuridad no es divertido. Nuestros egos, creencias y miedos son lo único que nos separa uno del otro. La distribución de libros es lo que enciende la luz. Y solo los humanos pueden hacerlo: athato brahma jigyasa, avivar la chispa y dejarla brillar. Cuando no lo hacemos, solo atraemos calamidades a nuestras vidas, y esa es la razón por la que actualmente el mundo está al borde del olvido y bajo tantas amenazas globales. La distribución de libros puede y está cambiando la trayectoria del destino. Solo hay que continuar y crecer.

Carta de Sankirtana: ¿Cuándo te empezaste a ocupar en este servicio? ¿Qué te inspiró a hacerlo?

Advaita Acharya Dasa: Cuando me volví devoto, no conseguía entender a los que salían a distribuir libros, pero definitivamente admiraba su heroísmo y «humillación». No me podía imaginar realizando este servicio, pues no era extrovertido y mi timidez me refrenaba. Pero la distribución de libros derriba todas las impresiones que tenemos sobre nosotros mismos, los demás y el mundo.

La primera vez que salí, en 1994, lo hice imitando a un amigo mío devoto. Él me predicó a través de su ejemplo de bondad, y era de ese tipo de personas que te hacen pensar que no es de este mundo. Yo quería ayudarlo y hacer algo importante por la zona afectada por la guerra en los Balcanes. Quería ayudar a cambiar el karma infernal de las personas que se encontraban en la oscuridad y con un nivel de conciencia bajo.

Dios nos ha creado para que seamos felices, pero no queremos rendirnos al Supremo. Estamos intentando convertirnos en supremos. Por eso hay tanto sufrimiento y conflictos. Avisudha budhaya, las mentes contaminadas no son de ayuda.

Tenía fe suficiente como para obligarme a salir a distribuir libros. Allí estaba, de pie en la calle, sosteniendo los libros. Pero las energías de Krishna son tan sutiles que en seguida sentí el fuego de la purificación y, contra mi voluntad, me vi en el umbral de un gusto superior. La reciprocidad de Krishna es inconcebible. Gradualmente me sentí «adicto».

El primer maratón en el que realmente participé fue en el año 1998, en un ambiente frío, nevado, bajo cero y extático. Todavía me sentía tímido, pero estaba en la compañía de aquellos que distribuían muchos libros, así que intenté seguir sus pasos y servir, sintiendo que marcábamos una diferencia con cada libro que distribuíamos.

Carta de Sankirtana: ¿Podrías contarnos alguna historia especial que te haya ocurrido mientras hacías sankirtana?

Advaita Acharya Dasa: Mientras daba clases de bhakti-shastri en México, a finales del año 2007, los devotos me llevaron un sábado a Cuernavaca. Fuimos a distribuir libros, y era un día hermoso, soleado y caluroso. Estaba con Prananatha Dasa, de Brasil, pero entonces vi un centro comercial y nos separamos. Me instalé en un lugar bajo la sombra y los Gitas comenzaron a volar (la mayoría de las personas se apiadaron de mis intentos por conectar con ellas con mi español chapurreado). Me di cuenta que el dueño de una tienda se estaba irritando al ver a las personas llevarse libros y darme donaciones. Entonces empezó a vocear algo en español que no conseguí entender, y no había nadie cerca que pudiera traducirme. Así que simplemente me aparté de aquel lugar y continué distribuyendo Gitas. Pero su envidia era mucho más profunda de lo que pensaba, y de repente escuché varias sirenas y jeeps acercándose. Estos jeeps eran de las fuerzas especiales de la policía. «Alguien» los había llamado, y entonces vi que metían a Prananatha en uno de los autos. Continuaron buscando más devotos, y mientras, yo pensaba, «Oh, no, se están llevando a la persona equivocada». Me acerqué a ellos y también me metieron en el auto. Nos llevaron a la comisaría en estos jeeps sin techo y rodeados de oficiales fuertemente armados, y la gente en la calle los abucheaba y les gritaba que nos dejaran ir. Finalmente llegamos a la comisaría, y después de una larga espera, el jefe de la policía vino a nuestro encuentro. En sus intentos por menoscabarnos, tuvo que escucharnos a nosotros también, así que Prananatha y yo aprovechamos para predicar. Este tipo duro no solo nos dejó ir, si no que se quedó con una copia de cada libro que teníamos para estudiarlos, y nos concedió un permiso para poder distribuir libros en la ciudad.

Mirando hacia atrás, nunca se sabe qué es lo que Krishna tiene planeado a gran escala, y cómo va a usarte para que se haga Su voluntad.

Carta de Sankirtana: ¿Qué le aconsejarías a alguien que quiere distribuir libros?

Advaita Acharya Dasa: No sabrás lo que es hasta que no lo intentes o lo hagas. Se va a un lugar y mucha gente rechaza los libros… aun así, se siente mucha felicidad porque favorece la purificación personal y se entregan los resultados a Krishna. Desde el momento en que sales con libros, es como una liberación instantánea. No obstante, puede tomar cierto tiempo entenderlo, mientras vamos deshaciéndonos de las diferentes capas del ego falso. Lee y distribuye libros con un método sencillo (menos de 2 minutos), sigue moviéndote e irás superando las barreras y avanzando. Y en lugar de tener miedo, entusiásmate. Krishna está cerca tuyo a cada paso, mientras vayas superando las dificultades.

No esperes más… cuanto más tardes, más aumentarán las trágicas expresiones de tus necesidades insatisfechas, y todos los tipos de comportamientos erráticos y miserias.

Así pues, no tardes más y conéctate de una u otra forma, yena tena prakavena mana krishne niveshayet.

 

Categorías: Entrevistas

0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.