Madhava Smullen

En el año 1972, nació de manera espontánea el maratón más importante de distribución de libros del Movimiento Hare Krishna.

Tal vez te sorprenda saber que, con más de 500 millones de copias vendidas desde 1965, los libros de Srila Prabhupada han alcanzado más almas que los best-seller de Stephen King, que comenzó su carrera aproximadamente en la misma época. Actualmente, los libros de Srila Prabhupada han vendido incluso más copias que la exitosa serie y récord de ventas Harry Potter —un hecho extraordinario, pues se trata de libros sobre una filosofía espiritual relativamente nueva para el mundo occidental. ¿Cómo es posible? Acuérdate que el maratón de Prabhupada, que se realiza cada mes de diciembre, es uno de los factores principales.

El 22 de diciembre de 1972, algunos devotos del templo de Los Ángeles notaron que las tiendas de esa área se quedaban abiertas hasta la media noche y atraían a los fervorosos clientes a gastar su dinero en compras navideñas. ¿Por qué no darles entonces regalos espirituales? Los devotos comenzaron a distribuir libros y revistas en una competición saludable, compitiendo por los premios que los líderes habían establecido.

A las diez de la noche, exhausto después de un largo día, Ramesvara Dasa estaba convencido de haber ganado. Nunca se había quedado tanto tiempo fuera y había distribuido 650 revistas —un resultado excelente, teniendo en cuenta que generalmente distribuía entre veinticinco y cuarenta revistas al día. Pero cuando llegó al templo a medianoche, se quedó espantado al verlo vacío. Sin haberlo consultado entre ellos, todos se quedaron fuera espontáneamente todo el tiempo que les fue posible para vender más libros. Aún no lo sabían, pero habían dado inicio al primer maratón de Navidad.

El maratón solo duró tres días, del 22 al 24 de diciembre, pero los devotos vendieron de cinco a seis mil libros por día. Prabhupada se alegró muchísimo al saber la noticia y escribió a Ramesvara: «Solo por este empeño, sin duda alguna todos los distribuidores de libros irán de regreso al hogar, de vuelta al Supremo». La carta y su espectacular declaración autorizaron el maratón de Navidad y llevaron la distribución de libros a un nuevo auge.

En 1973, numerosos hombres y mujeres salieron todos los días para distribuir libros. El Bhagavad-gita tal como es superó rápidamente las ventas de cualquier otra edición del Gita. El libro de Krishna, con el prefacio de George Harrison, atrajo a muchos jóvenes, y los devotos vendieron seiscientos libros en apenas dos horas durante un concierto. Al final de 1973, se habían vendido más de cuatro millones de libros, y el récord se superó al año siguiente.

Enseguida se descubrieron los héroes de sankirtana, como Tripurari, Pragosha, Lavanga-latika y Vaisesika. Su abordaje personal y amigable y su fe firme les hacían muy eficaces, a pesar de usar técnicas que en teoría no deberían funcionar. Vaisesika, por ejemplo, enunciaba el Siksastakam, la oración del Señor Chaitanya, leyéndola directamente del libro. «Hola señor, ¿cómo está usted? —decía abordando a alguien en el aeropuerto—. Todas las glorias al sri krishna sankirtana, que es la principal bendición para toda la humanidad, pues limpia el corazón». Y así vendía centenas de libros al día.

Sin embargo, Prabhupada no se sintió satisfecho cuando supo que algunos distribuidores de libros usaban tácticas engañadoras, presentándose a sí mismos como algo que no eran tan solo para despertar solidaridad. «No es aconsejable que se mienta para vender libros», escribió a los líderes de ISKCON. «Si nos atenemos apenas en describir lo maravilloso que es Krishna, ¡no estaremos mintiendo! El mérito de nuestros libros es suficiente para que, al describirlos sinceramente, cualquier persona quiera comprarlos».

La distribución de libros continuó creciendo a lo largo de los años 70, expandiéndose a otros países y produciendo varios proyectos y grupos. Se formaron dos grupos del BBT: uno, liderado por Tripurari, contaba con los principales distribuidores de libros; el otro, el BBT Library Party, visitaba universidades prestigiosas y vendía colecciones enteras de los libros de Prabhupada a profesores académicos. Prabhupada los estimuló a continuar: «Sin los libros o las revistas, ¿qué autoridad o base tenemos para predicar?».

La energía cinética persistió después de la desaparición de Prabhupada de este mundo: el año 1978 fue el más exitoso en la distribución de libros, alcanzando la sorprendente cifra de 15 millones de libros vendidos. Pero en los años 80 disminuyó significativamente, pues el foco se trasladó a la venta de adhesivos y pinturas. La distribución de libros se vio aún más afectada a lo largo de los años, a medida que varios líderes inspiradores dejaban ISKCON. Algunos se referían a aquella situación como una calamidad.

Pero en el siglo XXI, las cosas son mucho más positivas de lo que alegan los pesimistas. Para comenzar, el GBC renombró el maratón de Navidad como «El maratón de Prabhupada» con el fin de llevar el foco nuevamente a nuestro fundador y a su preciada misión. Como apunta Vijaya Dasa, Ministro de sankirtana, la inspiración es la parte inherente de cualquier movimiento espiritual, pero tenemos que aprender a obtenerla directamente de Prabhupada y de sus libros.

Y aunque los números sean inferiores de lo que eran en tiempo pasados, el púbico siempre recibe los libros con gran estima. Vijaya, que entrena a distribuidores de libros desde 2002, dice que los Hare Krishna son inmensamente más apreciados y respetados que en las décadas anteriores. Y ciertamente no se trata de una hazaña pequeña, ya que se vendieron cinco millones de copias en 2007, y eso representa un tercio del mayor récord anual en ISKCON.

Aparte de eso, han cambiado muchas cosas desde los años 70: la estructura social de ISKCON, la manera en que se distribuyen las informaciones y la receptividad a la espiritualidad. La definición de «una distribución de libros exitosa» también ha cambiado en los últimos 30 años. En los años 70, por ejemplo, la distribución de libros en India prácticamente no existía. Y el año pasado, el 76% de todos los libros distribuidos en el mundo se dieron en India, un fenómeno que Prabhupada ya había previsto.

Dado que actualmente la población de ISKCON consiste de familias con empleos de jornada completa —y no más de estudiantes célibes sin ninguna otra ocupación que predicar— los líderes están dándose cuenta del poder de movilizar a la congregación. En San José, California, el distribuidor de libros veterano, Vaisesika Dasa, lidera setenta y cinco familias. Un fin de semana al mes, todos van a distribuir libros, y de esa forma se han situado en la tercera posición en Norte América, siendo que el templo solo posee dos residentes.

Y nadie puede subestimar el alcance de la tecnología moderna. De acuerdo con una encuesta de la We Media/Zogby Interactive, realizada en febrero de 2008, casi la mitad de todos los americanos afirman que su fuente primaria de noticias e información es Internet. Esto ciertamente es una buena noticia para el emprendimiento de la distribución on-line de libros. Y hay más: en 2008, el website de BBT, krishna.com, recibió 1 320 266 visitantes de 204 países alrededor del globo.

¿Te sientes motivado? ¿Por qué no ayudar a marcar la diferencia y alcanzar todavía a más personas en 2016, en el 44ª Maratón de Prabhupada? «Apenas haz lo que puedas —dice Vijaya—. No hay reglas: algunos templos o comunidades realizan maratones de dos semanas, en cuanto otros lo hacen por seis semanas, llegando hasta el día de Navidad. Aunque solo salgas un día, el 13 de diciembre, Día Mundial de la Iluminación, o compres los libros y se los des a un distribuidor de libros para que él se los de a las personas, estarás afectando la vida de alguien y le estarás dando el mayor regalo de Navidad. Y eso no tiene precio».